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LA ISLA ¿MISTERIOSA? DE BENIDORM

La isla que existe en la bahía de Benidorm es conocida como «de los pavos reales» (por los numerosos ejemplares en libertad que la poblaban hasta hace unos 15 años y que hoy prácticamente han desaparecido). La isla posee un elevado interés ecológico, paisajístico y medioambiental, es por ello que en 2005 la Generalitat Valenciana la incluyó en el Parque Natural de Serra Gelada (Sierra Helada), el macizo montañoso con el que Benidorm limita al Este.

En la actualidad la isla se encuentra deshabitada, si no contamos la auténtica avalancha humana que desembarca diariamente en su pequeño puerto para hacer la clásica visita de un par de horas, como mucho. En su única construcción, un bar-restaurante, no pernocta habitualmente nadie dado que sus trabajadores vienen y van a diario en barco desde Benidorm. Sin embargo, se tiene constancia que ya desde el Neolítico (hace más de 7.000 años) era un importante punto de pesca. En 1834 se tiene constancia que sirvió de refugio a varias familias de Benidorm y Villajoyosa, que huyeron de sus poblaciones ante una epidemia de cólera.

Así pues, tenemos evidencias de que en época romana y al final de la época islámica, durante la dominación almohade, la isla sí que tuvo un pequeño núcleo habitado lo cual invalida la afirmación, tan generalizada, de que siempre ha estado despoblada.

Si una vez llegados a la isla de Benidorm miramos hacia tierra, veremos una impresionante cordillera montañosa, a escasa distancia de la costa y que limita la zona con el interior. En uno de sus macizos aparece un pico con una muesca o fractura perfectamente delimitada (que hemos señalado con una flecha en la fotografía que ilustra este post). Es el monte conocido como Puig Campana (con 1.410 de altitud) y esa «muesca», conocida como El Portell (o El Bocado de Roldán, amén de otras nomenclaturas), es la que ha sido objeto de conjeturas desde tiempos inmemoriales y siempre relacionándola con la isla de Benidorm.

La Leyenda nos cuenta cómo Roldán, que era comandante de Carlomagno, se enzarzó en combate con un jefe moro y, ensimismados en el duelo, acabaron frente a frente en la cima del Puig Campana. En un momento en que el caudillo musulmán había sido arrojado al suelo, Roldán levantó su espada, Duramente, para, descargar toda su furia, y asestarle al infiel el golpe final. Sin embargo, éste lo esquivó, pero de la inmensa fuerza con la que Roldán propinó el golpe, cortó un gran trozo de roca, que cayó rodando hasta el mar (convirtiéndose en la isla de Benidorm). 

Desgraciadamente, como pasa siempre, la ciencia se impone a la leyenda y estudios geológicos recientes han determinado que la isla de Benidorm sería una prolongación de la Serra Gelada, de la que formaba parte hasta que se quebró y hundió el brazo de tierra que unía ambas.

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