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Ubicado en el Municipio de San Cristóbal de La Laguna, en la localidad de Punta del Hidalgo, su arquitectura es modernista y difícil de describir: posee una torre blanca, de estructura compacta, con varios prismas menores anexados.
Data del año 1992, su foco se encuentra situado a 52 metros de altura y su alcance es de 16 millas náuticas (próximo a los 30 kilómetros) conformada por prismas de hormigón blanco de distintos tamaños. Su aspecto dista mucho de los faros tradicionales que estamos acostumbrados a ver. Su arquitectura moderna y su imponente tamaño hacen que resalte en el paisaje y que, tal y cómo se espera de un buen faro, sea claramente visible desde la distancia.
Su altura no es casual, ni elegida al azar. Al encontrarse construido al nivel del mar, la altura que posee se tornaba necesaria para que la curvatura de la tierra no impidiera que sus luces pudieran ser vistas por los marineros a 15 millas de la costa.
Antes de que el futurista faro blanco comenzara a orientar a los navegantes ya las nuevas tecnologías habían provocado la extinción de la labor de los fareros. Este es el motivo por el que el Faro de La Punta del Hidalgo no cuenta con vivienda, porque ha sido sustituida por dos cuartos de máquinas, uno de ellos se encuentra en la planta baja y el otro en la última.
Aunque su construcción terminó el 1992, desde 1994, que es cuando entra en funcionamiento y su luz a brillar, el vigía de la Punta del Hidalgo guía a los marineros del norte a la vez que hace del lugar en el que se encuentra un entorno con tantísima magia que una vez que lo has conocido, quieres regresar.